Sector obrero
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A inicios de 1958, el general Alfredo Stroessner había sido reelecto para un período de cinco años. »Más
La huelga general fue convocada para el 27 de agosto por el Consejo de Delegados para exigir el aumento del salario mínimo en un 29,5%. »Más
La mayoría de los dirigentes sindicales de la CPT fueron detenidos. Según un declarante, fueron cerca de 300 dirigentes los detenidos en todo el país. »Más
La acusación de comunista formulada en este documento de la época no corresponde a la verdadera filiación política de algunos de los enlistados. »Más
La resistencia del sector obrero
Huelga general del Movimiento Obrero de 1958
A inicios de 1958, el general Alfredo Stroessner había sido reelecto para un período de cinco años. La situación económica del país era acuciante, debido a que la mayor parte de la población de las ciudades vivía con muy bajos ingresos y la gran mayoría de la población vivía en el sector rural en peores condiciones de pobreza. Desde 1956 el Gobierno había iniciado políticas de rigor recomendadas por el Fondo Monetario Internacional. Dichas medidas apuntaban a estabilizar el gasto público y a reducir la inflación así como mejorar algunos indicadores macroeconómicos. Dichas medidas no fueron bien vistas por la mayoría de la población y especialmente por el sector obrero, sector minoritario pero importante grupo de presión porque las principales industrias y empresas de transporte, generadoras de mano de obra se ubicaban en Asunción y sus alrededores. La única central obrera autorizada en 1958 era la CPT (Central Paraguaya de Trabajadores), un sindicalismo plural en sus bases, controlada en su cúpula por oficialismo, fundada en 1951.
El profundo deterioro del poder adquisitivo
La huelga general fue convocada para el 27 de agosto por el Consejo de Delegados para exigir el aumento del salario mínimo en un 29,5%. El salario mínimo vigente era establecido mediante un decreto del Poder Ejecutivo. El pedido se había originado debido al profundo deterioro que sufrió la remuneración a causa de la inflación que había mermado el poder adquisitivo de la clase asalariada. La tensa calma se apoderaba de la ciudad, se sucedieron las reuniones de los dirigentes sindicales con representantes del Gobierno incluso con el propio Stroessner, quien los recibió en la residencia presidencial. De manera paralela a las negociaciones, se estaba desplegando un plan operativo de represión en forma conjunta entre la Policía y el Ejército.
Detención y refugio
La mayoría de los dirigentes sindicales de la CPT fueron detenidos. Según un declarante, fueron cerca de 300 dirigentes los detenidos en todo el país. El 27 de agosto, a pesar de la detención de toda la dirigencia sindical pro huelga de la CPT y de que el Gobierno decretara la intervención de la Central Paraguaya de Trabajadores, se tuvo un alto nivel de acatamiento. Los huelguistas se refugiaron en el Colegio Monseñor Lasagna ubicado en las calles Humaitá esquina Don Bosco de la ciudad de Asunción, estratégicamente ubicado en las cercanías de la zona industrial y del puerto de la ciudad y no muy alejado del centro político administrativo de la capital paraguaya.
Acusación de comunista, tortura y exilio
La acusación de comunista formulada en este documento de la época no corresponde a la verdadera filiación política de algunos de los enlistados, como ejemplo el ciudadano Leonor Duarte, quien era afiliado y militante del Partido Revolucionario Febrerista. La acusación de comunista era formulada con el objeto en primer lugar, lograr el procesamiento a través de la Ley 294/55 que reprimía cualquier acto de protesta en contra del gobierno con el justificativo de darle el cariz comunista a la acción, y en segundo lugar, generar un rechazo en la sociedad que en su pensamiento hegemónico se caracterizaba por su alto nivel de conservadurismo, por lo que cualquier persona y en este caso dirigente sindical acusado de comunista, era visto por sectores de la sociedad como un agitador y como un peligroso elemento para la paz social. El día 29 de agosto varios de los dirigentes detenidos fueron confinados a distintos puntos del interior. En este hecho represivo se visualiza nuevamente el modo operativo del régimen, descabezar de cualquier movimiento que le sea adverso. Antes de la huelga son identificados y apresados sin orden judicial los principales dirigentes, solo con la orden del jefe de la Policía de la Capital, según se puede observar en la imagen del documento insertado. Dichos dirigentes fueron golpeados durante y después de su detención, la gran mayoría de ellos fueron torturados en dependencias policiales. Muchas de esas sesiones de tortura se realizaban con la presencia y participación del propio jefe de Policía, coronel Ramón Duarte Vera. Luego de los hechos, los principales dirigentes expulsados o destituidos de la CPT se marcharon al exilio. Una vez reagrupados en la región del Río de la Plata fundaron, el 13 de abril de 1959, la CPT en el exilio.
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La resistencia del sector obrero
Huelga general del Movimiento Obrero de 1958
El profundo deterioro del poder adquisitivo
Detención y refugio
Acusación de comunista, tortura y exilio
Sector obrero
La resistencia del sector obrero
Sector obrero
Huelga general del Movimiento Obrero de 1958
A inicios de 1958, el general Alfredo Stroessner había sido reelecto para un período de cinco años. La situación económica del país era acuciante, debido a que la mayor parte de la población de las ciudades vivía con muy bajos ingresos y la gran mayoría de la población vivía en el sector rural en peores condiciones de pobreza. Desde 1956 el Gobierno había iniciado políticas de rigor recomendadas por el Fondo Monetario Internacional. Dichas medidas apuntaban a estabilizar el gasto público y a reducir la inflación así como mejorar algunos indicadores macroeconómicos. Dichas medidas no fueron bien vistas por la mayoría de la población y especialmente por el sector obrero, sector minoritario pero importante grupo de presión porque las principales industrias y empresas de transporte, generadoras de mano de obra se ubicaban en Asunción y sus alrededores. La única central obrera autorizada en 1958 era la CPT (Central Paraguaya de Trabajadores), un sindicalismo plural en sus bases, controlada en su cúpula por oficialismo, fundada en 1951.
Sector obrero
El profundo deterioro del poder adquisitivo
La huelga general fue convocada para el 27 de agosto por el Consejo de Delegados para exigir el aumento del salario mínimo en un 29,5%. El salario mínimo vigente era establecido mediante un decreto del Poder Ejecutivo. El pedido se había originado debido al profundo deterioro que sufrió la remuneración a causa de la inflación que había mermado el poder adquisitivo de la clase asalariada. La tensa calma se apoderaba de la ciudad, se sucedieron las reuniones de los dirigentes sindicales con representantes del Gobierno incluso con el propio Stroessner, quien los recibió en la residencia presidencial. De manera paralela a las negociaciones, se estaba desplegando un plan operativo de represión en forma conjunta entre la Policía y el Ejército.
Sector obrero
Detención y refugio
La mayoría de los dirigentes sindicales de la CPT fueron detenidos. Según un declarante, fueron cerca de 300 dirigentes los detenidos en todo el país. El 27 de agosto, a pesar de la detención de toda la dirigencia sindical pro huelga de la CPT y de que el Gobierno decretara la intervención de la Central Paraguaya de Trabajadores, se tuvo un alto nivel de acatamiento. Los huelguistas se refugiaron en el Colegio Monseñor Lasagna ubicado en las calles Humaitá esquina Don Bosco de la ciudad de Asunción, estratégicamente ubicado en las cercanías de la zona industrial y del puerto de la ciudad y no muy alejado del centro político administrativo de la capital paraguaya.
Sector obrero
Acusación de comunista, tortura y exilio
La acusación de comunista formulada en este documento de la época no corresponde a la verdadera filiación política de algunos de los enlistados, como ejemplo el ciudadano Leonor Duarte, quien era afiliado y militante del Partido Revolucionario Febrerista. La acusación de comunista era formulada con el objeto en primer lugar, lograr el procesamiento a través de la Ley 294/55 que reprimía cualquier acto de protesta en contra del gobierno con el justificativo de darle el cariz comunista a la acción, y en segundo lugar, generar un rechazo en la sociedad que en su pensamiento hegemónico se caracterizaba por su alto nivel de conservadurismo, por lo que cualquier persona y en este caso dirigente sindical acusado de comunista, era visto por sectores de la sociedad como un agitador y como un peligroso elemento para la paz social. El día 29 de agosto varios de los dirigentes detenidos fueron confinados a distintos puntos del interior. En este hecho represivo se visualiza nuevamente el modo operativo del régimen, descabezar de cualquier movimiento que le sea adverso. Antes de la huelga son identificados y apresados sin orden judicial los principales dirigentes, solo con la orden del jefe de la Policía de la Capital, según se puede observar en la imagen del documento insertado. Dichos dirigentes fueron golpeados durante y después de su detención, la gran mayoría de ellos fueron torturados en dependencias policiales. Muchas de esas sesiones de tortura se realizaban con la presencia y participación del propio jefe de Policía, coronel Ramón Duarte Vera. Luego de los hechos, los principales dirigentes expulsados o destituidos de la CPT se marcharon al exilio. Una vez reagrupados en la región del Río de la Plata fundaron, el 13 de abril de 1959, la CPT en el exilio.

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